sábado, 21 de febrero de 2015

El paso del tiempo

Aquí me encuentro otra vez después de muchos días. Días que han parecido años, ¿o quizás han sido años?
Pues como diría un filósofo : Heme aquí... susurrando mi mente a mis dedos las palabras dormidas.
En estos tiempos que me toca vivir no hay sitio para sorpresas ya.
La vida siempre es dura y por más que quiero vivir en una burbuja los golpes de viento me hacen volver a la realidad. Al igual que a todo mortal.
Ha sido un año difícil, duro y muy, muy, muy largo pero como es el proceso natural de la vida el tiempo hace su labor y todo duele un poquito menos que al principio, lo cuál no quiere decir que se olvide.
Por muchas trabas y baches y mentiras y desprecios y sinsabores que nos depara todo lo que nos rodea nuestra naturaleza es fuerte, no ya por ser mujer, sino porque somos luchadoras desde antes de nacer.
Sé que tambien somos poco conformistas pero es nuestra ansia de superación.
Pero lo mejor de todo es que nos olvidamos de nosotras mismas en favor de nuestra familia, dejamos el comprarnos la crema antiedad para que nuestros hijos tengan un móvil nuevo, por tercera vez, y nosotras seguimos con la patata aquella que funciona solo con 2G.
Pero no nos importa, orgullosas que estamos de ello.
Y cuando miramos el futuro y los vemos adultos ya, con su vida , nos damos cuenta de que hemos hecho un buen trabajo y ya es hora de compranos la cremita. Somos felices con verlos felices.
El otro día oí comentar a una chica que no tiene por qué aguantar a los hijos de otros en una cafetería, razón llevará, pero cuando eres madre te das cuenta de todo lo que la tuya hizo por tí, y sin que te moleste tú lo haces por los tuyos.
Ley de vida diría mi madre, esa madre que tanto hizo por sus hijos, ahora me veo reflejada aún más en ella y me enorgullece decir....hiciste un buen trabajo mamá y ahora me toca a mí.
Febrero del 2015, un año sin ella, desde las ruinas en que se convirtió mi vida, renace de nuevo esa vida que aún me queda para disfrutar de todo lo que el mundo me deja, porque todavía me queda un gran trabajo que hacer como madre, porque todavía me queda un gran trabajo que hacer como persona.
Y para  terminar una frase que no me quito de la cabeza que dijo hace tiempo el famoso Sócrates : "Solo sé que no se nada".

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